En Suiza, a las orillas de río Rin se encuentra la maravillosa ciudad de Basilea. Esta ciudad se halla cerca de la frontera con Francia y Alemania. Cuenta con un importante casco antiguo, en el que podrás descubrir edificios de diferentes épocas y estilos.
Como en las casas, se entra y empieza por las puertas, nuestra primera recomendación al llegar a Basilea es la Puerta Spalentor. Esta es la más importante de las tres que se conservan de la muralla que rodeaba la ciudad en la época medieval. Déjate impresionar por esta imponente y enorme puerta.
El Rin, como no, es uno de los símbolos de esta ciudad, debido a la importancia histórica de la ciudad y de las facilidades que brinda la cercanía de una ciudad a un río. Esta zona es uno de los corazones de la ciudad, donde encontrarás zonas donde echarte a descansar o a echarte un trago. Sus puentes también son increíblemente hermosos, crúzalos hasta la otra orilla y disfruta de as vistas y de la atmosfera de la ciudad.
La Fuente de Tinguely es una de las cosas que no te puedes perder antes de irte de Basilea. Esta fuente no es como cualquier otra, se encuentra en una plaza magníficamente ambientada y la fuente en sí, junto con sus figuras de hierro en movimiento crea una atmosfera inigualable.
Kleinbasel es uno de los lugares a los que deberías de visitar en Basilea. Este es el barrio de moda de la ciudad, y aunque no sea la antigua ciudad, es parte de la identidad de Basilea. Aquí encontrarás locales de moda, calles increíbles y preciosas plazas.
Uno de los must y el más importante de Basilea es la Catedral conocida como Basler Münster. Esta catedral fue reconstruida a finales del siglo XIV, después de que un terremoto la dañara severamente. Su fachada de arenisca roja con sus dos impresionantes torres de más de 60 metros que ofrecen una vista increíble de toda Basilea.
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