Lisboa, capital de Portugal y una de las ciudades situadas más al oeste de Europa. Además de costa esta capital también se sitúa cerca de formaciones montañosas. Si lo que buscas es una ciudad europea que ofrezca preciosas playas e increíbles senderos, Lisboa debería de estar en tu lista de próximos destinos.
La Catedral Sé es la iglesia más antigua de Lisboa, la cual se empezó a construir a partir del año 1147. Esta catedral de estilo románico se construyó al lado de un convento de estilo gótico.
Una de las cosas que no puedes dejar sin hacer antes de irte de Lisboa es subir en el elevador de Santa Justa, una de las atracciones turísticas obligadas. Desde esta estructura de 45 metros de 1902 tendrás unas vistas privilegiadas impresionantes de la ciudad.
El Barrio de Alfama se extiende desde el río Tajo hasta la catedral. Este es uno de los barrios auténticos de la capital portuguesa, disfruta caminando por sus calles y descubriendo todos sus recovecos. En este barrio encontrarás el Mirador Santa Lucía, subiendo al castillo encontrarás este enclave desde donde podrás tener unas vistas impresionantes de la ciudad.
El Museo del Azulejo liga la historia de la ciudad con la tradición de los azulejos. Este museo lo puedes encontrar cerca de la plaza del Comercio y el Parque de las Naciones. El museo se encuentra en el Convento de la Madre de Dios, construido en 1509. Gracias a este museo podrás conocer la historia de la ciudad desde el siglo XVIII. El Castillo de San Jorge es un icono de la ciudad. Esta fortificación fue construida por los árabes y después de la reconquista pasó a ser el Palacio Real del rey Alfonso I. El terremoto de 1755 que sufrió la ciudad lo destruyó, pero aún así puedes visitarlo de forma segura. El Barrio de la Baixa es el centro de la vida comercial de Lisboa. En este barrio podrás encontrar un gran número de tiendas de gran variedad.
Y si quieres alejarte del bullicio de la ciudad, la costa de Caparica es el lugar adecuado. Se encuentra a pocos kilómetros al sur de Lisboa. Este tramo de costa es uno de los más largos de Europa. Aquí encontrarás kilómetros de playas de arena, reservas naturales y zonas de fiesta y descanso.
Por la mañana, los pescadores llegan con sus barcas y redes y todo el pueblo ayuda a sacar la pesca del agua. O por la noche, diviértete con los cocteles de la zona. O por la noche, diviértete con los cócteles en los bares de surf. Durante el día, basta con pasear por la playa o practicar deportes acuáticos. Todas estas opciones están abiertas para ti. Especialmente en verano, este destino es muy popular entre los lugareños. ¿Por qué no sumergirse en la típica vida de ocio portuguesa?
El must de Lisboa es montar en el Tranvía 28. Una de las actividades típicas al visitar Lisboa es subirte a un tranvía en la ciudad. Te recomendamos el tranvía 28, este antiguo medio de transporte te llevará desde el barrio de la Baixa hasta la colina del castillo.
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